Por una sociedad más digna


El voluntariado más lindo es el que se hace con el corazón, cuando ves en los ojos de los demás un reflejo de ti mismo. Cuando quieres que los demás vivan en la misma condición de dignidad que la tuya.

Hace poco escuché de un voluntariado llamado Dos Cruces y su historia movió mi corazón. Es un ejemplo más de que sí existen personas en el mundo capaces de ver más allá de ellos mismos y velar por los demás.
Voluntarios de Dos Cruces
La ayuda que brindan pertenece al apostolado del Movimientode Vida Cristiana. Hace un par de años se dieron cuenta que una de las zonas, en San Juan de Miraflores, en las que se encontraban tenías más necesidades, sobre todo espirituales, que ellos podían atender. Partiendo de la idea de “Pan para mi hermano”, que consiste en llevar desayuno a las personas de la calle, construyeron este nuevo proyecto. Lo que hacen es brindarles catequesis sobre todo a los niños pero a la vez; desarrollan talleres de arte, deportes, entre otros a manera de recreación.
Dibujo de una niña de la catequesis

Si bien el sueño empezó de a pocos, con el tiempo más personas se han ido involucrando en él. Incluso un grupo de chicos de la selección de fútbol del país iban a dictar talleres y de igual manera llegó un grupo de voluntarios de la UPC para sumar fuerzas. El voluntariado muchas veces no es nada fácil pues implica hacer un espacio en tu agenda para las actividades que este demanda. Además, involucra también esfuerzo físico. En este caso deben subir un cerro, el cual recibe el nombre de “Dos Cruces”, para poder llegar a su destino. Pero todo esto vale la pena cuando puedes ver la cara de felicidad de esos niños al verte llegar. Todo cobra sentido cuando te das cuenta que estás contribuyendo a crear una sociedad más digna, más humana.
Voluntarios subiendo el cerro "Dos cruces"
Si bien esta ayuda va dirigida especialmente a los niños, también se busca acompañar de alguna manera a los adultos de la comunidad. Con este objetivo se ha comenzado a ver la idea de un nuevo proyecto con un ingeniero civil y una arquitecta para capacitar a los maestros de obra de la zona en temas de seguridad en las construcciones con el fin de que sean más resistentes. De esta manera, ayudan a crear conciencia y un ambiente más agradable. Todo de acuerdo a sus posibilidades y las del entorno.

Cada vez nos vamos acercando más y más a una de las épocas del año, que en lo personal, es mi favorita: La Navidad. Siempre he pensado que durante estos meses se respira un ambiente diferente y despierta en muchas personas el deseo de mirar más allá y dar una mano a los demás.
Fuente: Dos Cruces
Dos cruces realiza a fin de año lo que llaman “Caja del amor”. Consiste en el armado de cajas de víveres que serán repartidos a las familias de la zona. Esta actividad no implica solamente entregárselas sino también acompañarlos hasta su casa para poder tener una mejor idea de la situación en la que viven y poder ayudarlos.

Aprovechemos la alegría de estos meses para optar por ayudar a quienes nos necesitan. Si estas interesado en ser un agente de cambio, deja un mensaje en su página haciendo click AQUÍ.




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