¡Vao a sacar sonrisas!


Muchas veces tenemos el corazón lleno de ganas de ayudar y qué mejor manera que llevando felicidad a los seres más puros del planeta, los niños.

Fuente: Vao Perú
Vemos a diario niños que sufren por desastres naturales, falta de cariño, padres ausentes y si usamos los lentes del mismo Perú, existen aún muchos niños que no reciben una educación de calidad o que se ven forzados a sumir roles de adultos y dejar los estudios por tener que ir a trabajar. Así nos enfrentamos a un panorama triste en que los menores deben dejar de ser niños y van perdiendo poco a poco esa inocencia que a todos nos encanta y alegra.

La verdad es que no podemos ser indiferentes ante tanta necesidad, ante esos ojitos llenos de ilusiones y ante tantas habilidades que se pueden estar desperdiciando al no tener oportunidades para darlas a conocer. Cuando no ayudamos a los niños a ser niños, contribuimos a desperdiciar muchos talentos. Pero siempre existe la posibilidad de abrir los ojos y agrandar el corazón para ponernos manos a la obra y luchar por el cambio.
Fuente: Vao Perú
No es necesario irnos tan lejos para hacerlo. Hace poco escuche de un voluntariado llamado “Vao”, un programa de la parroquia SagradoCorazón de Jesús orientado a jóvenes universitarios y profesionales entre los 17 y 23 años que estén interesados en involucrarse en proyectos que busquen la mejora para la sociedad.

Actualmente, todos los sábados brindan apoyo a niños y niñas de 6 y 12 años en Villa Libertad. Se preocupan de llevar a estos niños apoyo en su formación integral ya sea viendo temas de su crecimiento espiritual, talleres recreativos o ayuda en sus deberes escolares.

Fuente: Vao Perú
Las distintas actividades se llevan a cabo de 2 pm a 4pm y comienzan con unas pequeñas clases de reforzamiento de los distintos cursos del colegio como matemática y lenguaje. Seguidamente tienen un break para retomar fuerzas y estar listos para los talleres recreativos en los que aprenden a utilizar sus habilidades en crear cosas divertidas mediante juegos o concursos.

Los jóvenes también estamos dotados de mucha energía y capacidades de estrategia, organización, imaginación, etc. Todas esas habilidades, que hemos podido desarrollar con el tiempo y las oportunidades que nos ha ido dando la vida, son para ponerlas al servicio de los demás. Es así que un grupo de 15 jóvenes convencidos de esto, se juntan todas las semanas para llevar alegría y esperanza a estos pequeñines que los esperan con ilusión.

Es momento de mirar más allá y dar una mano para construir una sociedad más justa y más digna. Es por eso que hay que apostar por los más pequeñitos, para que descubran lo bello que es la vida y encuentren en el camino oportunidades como nosotros las hemos tenido. De esta manera, cuando sean mayores podrán seguir ayudando a crear un mundo mejor. De pequeñas gotitas de agua se forma un gran océano.





Comentarios

Entradas populares de este blog

Yunta: más que un amigo, un mentor

Transformar y ser transformado

L.O.O.P: ¡Más conciencia, menos plástico!